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Alberto Luis Redondo Zarco fue capturado por asesinar a Daisy Candelaria Vergara Guzmán.
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Zona Cero

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“Celos enfermizos”: por una conversación en Facebook Alberto Luis habría asesinado a su compañera

Alberto Luis Redondo Zarco asesinó a Daisy Candelaria Vergara Guzmán, su compañera desde hacía 17 años.

La noche del viernes Daisy Candelaria Vergara Guzmán, de 46 años descendía del bus con el cual practicamente culminaba su rutina diaria, llegando de la Clínica Centro, donde trabajaba como auxiliar de enfermería.  

No alcanzó a caminar un par de pasos, cuando frente a ella se posó una figura familiar. Era la de Alberto Luis Redondo Zarco, de 59 años, con quien había compartido su vida desde hace 17 años. Su pareja permanente y con quien ella había tenido al último de sus cuatro hijos, Jeison quien a la fecha tiene 12 años.

Sin embargo, el encuentro no era feliz como los de los primeros días cuando floreció su romance, idilio que hizo que Daisy Candelaria, 17 años atrás, abandonara a su entonces esposo José Vergara con quien había tenido tres hijos: Samir, José Luis y Yesid.

“Alberto Luis tiene un taller allá en el Centro, en la carrera 44 con calle 44. Nosotros vivíamos al lado. Vivíamos con mi papá, José Vergara, y  Alberto Luis la conquistó. Luego se fueron a vivir juntos”, recordó José Luis, hoy de 24 años.

La maldición de los celos

“Él tenía celos enfermizos, no podía ver a mi mamá con nadie porque le daba ira”, describió José Luis quien producto de esa forma de ser de su padrastro y la complicada convivencia, decidió con sus hermanos irse a vivir solos, pero solo a dos cuadras del hogar que tenía su madre con aquel hombre.

“Nosotros no tratábamos con él. Por lo general era mala persona, era el saludo y hasta allí. Yo viví un tiempo con él y hablaba mal y el trato era malo. Por eso mis hermanos y yo desistimos de eso y nos fuimos a vivir a parte. Con ellos solo vivía mi hermano menor que es hijo de los dos”, dijo.

De esa casa, Redondo Zarco echó a Daisy Candelaria la semana anterior, en uno de esos ataques de celos, todo por cuenta de una pequeña conversación en la red social Facebook, que él encontró.  

“Una semana antes, el viernes pasado exactamente, él le había cogido una conversación de Facebook. Esa conversaciones las regó y se las mostraba a ‘Raimundo y todo el mundo’. Y además llamaba a mi familia y nos decía ‘la voy a matar’, me decía ‘voy a matar a tu mamá’, siempre le decía a todo el mundo que lo uno y que lo otro. La insultaba”, explicó Vergara.

“Ella se vino aquí la semana pasada porque él la echó de la casa de ellos. A dos cuadras de donde vivían ellos. Ya anteriormente había dicho cosas así y no hizo nada. Esta vez sí compró un arma y la mató. Esperó a que ella viniera de la clínica”, recordó.

No fue la primera vez

Las amenazas de muerte por parte de Redondo Zarco fueron terminantes y se hicieron realidad. Pero no fue la primera vez que se dieron. En noviembre del 2015 una situación similar ya se había presentado.

“Ellos tuvieron muchas peleas. Muchas amenazas, pero él nunca hacía nada. Igual uno le decía a mi mamá que lo dejara y ella estaba empecinada en vivir con él e incluso con todo lo que pasó últimamente ella seguía diciendo que quería vivir con él”, comentó José Luis.

“Ella estaba esperando que se calmara, por eso nosotros no pusimos ninguna denuncia, porque decíamos que qué íbamos hacer allí, si de todas manera iba a volver con él. Íbamos a quedar como unos payasos, dándonos mala vida. Ya nos había pasado una vez, hace más de un año”, expresó.

Compró un arma para matarla

Una de las cosas que tranquilizaba a la familia de la mujer era que las dos armas que ellos sabían que tenía Redondo Zarco las había perdido, al parecer tras empeñarlas.

“Él tuvo un arma de fogueo y un revólver calibre 38, pero esas armas están desaparecidas. Le gustaba empeñar cosas, y creemos que esas armas están empeñadas. Lo que sabemos es que sacó de una tarjeta de crédito un millón doscientos mil pesos y con eso habría comprado el arma con la que mató a mi mamá”.

La noche del asesinato

Así, tras una semana de lanzar advertencias y tras conseguir el arma para cometer su acto criminal, Alberto Luis Redondo Zarco se fue a esperar a su víctima en la vía la Cordialidad con la carrera 11, donde sabía que tarde o temprano iba a llegar Daisy Candelaria a una cita mortal, a la cual ella no sabía que estaba invitada.

Tan pronto bajó del bus, Redondo Zarco desenfundó su arma y procedió a disparar en cuatro oportunidades. Tres de los disparos dieron en el cuerpo de la mujer, el restante rozó su cuello.

“Me dijo un primo: ‘mira, es en serio. Mataron a tu mamá’. Según lo que me dijo el doctor, uno de los tiros le perforó el corazón”, explicó José Luis.

Una vez que descargó los cuatro tiros, el asesino quiso irse caminando de la escena, con una aparente tranquilidad, al parecer experimentando satisfacción por su sanguinaria obra.

Solo alcanzó a avanzar unos metros cuando la enardecida comunidad lo atrapó y lo intentó atacar a golpes, llegando los agentes de la Policía para dar captura al hombre y presentarlo ante las autoridades judiciales.

Los familiares de la mujer solo claman justicia, mientras que los hermanos Samir, Yesid y José Luis planean ahora seguir con su vida y recibir en su casa a su hermano menor Jeison, tal vez la peor víctima de esta tragedia, al ser un niño que quedó con su madre muerta y su padre detrás de las rejas.